Como la reducción o la descontinuación total de la circulación de sangre puede causar daños irreversibles del testículo (necrosis, atrofia, inferto hemorrágico), se debe iniciar una terapia de emergencia. El intervalo en que se puede salvar el testículo afectado dura unos 4 horas. Se expone el testículo quirúrgicamente por una incisión escrotal - o inguinal en un bebé - y se lo retorca. Como medida preventiva, se debe fijar el testículo contralateral al escroto (orquidopexia).