La hidradenitis supurativa es una enfermedad cutánea que se manifiesta como grupos de abscesos crónicos, quistes epidermoides, quistes sebáceos, quiste pilonidal o infecciones multilocalisadas. La condición es extremadamente dolorosa. Los tamaños de las lesiones varían, pueden ser tan grandes como una pelota de béisbol o tan pequeñas como un guisante.
Las lesiones evolucionan provocando la formación de cicatrices crónicas y pus, que a menudo dejando heridas abiertas y no cicatrizan. Las lesiones persistentes pueden conducir a la cicatrización y la formación de fístulas, o túneles que conectan los abscesos y/o infecciones con la piel. En esta etapa, la curación completa generalmente no es posible. Cuando el proceso se vuelve crónico, la escisión quirúrgica amplia es el tratamiento de elección. Las heridas en la zona afectada no se curan por segunda intención, y la aplicación inmediata de un injerto de piel es necesario.