Hallazgo casual en una mujer de 84 años de edad. Nunca había tenido problemas de cadera y había practicado deporte con frecuencia.
La paciente acudió a nuestra consulta a consecuencia de una hernia inguinal derecha. No sabía nada de sus dos articulaciones coxofemorales malformadas y prácticamente inexistentes. Tampoco notó nunca nada raro.
¡Un diagnóstico realmente increíble!