La hipertensión portal es la más frecuente, asi como la complicación más peligrosa de cirrosis hepática. La corriente sanguínea portal es cada vez más desviada a la anastomosis portosistémica realizada. Esto puede llevar a la reapertura y perfusión de las venas paraumbilicales, lo que se llama Síndrome Cruveilhier-Baumgarten.
Cuidadosa investigación sonográfica en pacientes con cirrosis puede demostrar la presencia de Curveilhier-Baumgarten en el 22% de los casos. Solo el 5% de estos pacientes desarrollan caput medusae. La significancia clínica de este sindorme es la ulcera.