Al principio, está la fisura aguda, casi siempre consecuencia de una defecación dura, a veces también de sexo anal. Ésta fisura puede curarse, pero la regulación de la defecación es una condición indispensable. Un estirador anal para prevenir el espasmo del esfinter, un gel anestésico y pomadas que reducen la tensión del esfinter son las opciones terapeúticas.
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