La válvula tricúspide forma parte de las válvulas cardíacas, que son indispensables para el funcionamiento del corazón. Pueden llegar a ser defectuosas por calcificaciones o inflamaciones lo que puede causar enfermedades cardíacas, como la insuficiencia cardíaca. Por eso es imprescindible reconstituir o sustituir la válvula defectuosa. Hoy en día, se utilizan cada vez más sustitutos biológicos para las válvulas cardíacas, pero las válvulas mecánicas siguen siendo importantes.