La madre de Zenha ha caminado muchas horas hasta el dispensario para pedir ayuda a las misioneras. Esta mañana, cuando la ha ido a despertar, se ha asustado muchísimo. No sabe qué puede haber sucedido. Han aparecido en distintas zonas de su piel unas inquietantes manchas moradas.
Algunas están cubiertas de una gran ampolla. En otras, da la impresión de que alguien le ha puesto un objeto ovalado al rojo vivo. Las de la cara, por último, se diría que la niña se ha levantado a escondidas por la noche, para jugar a ser mayor, y se ha maquillado de forma desafortunada y exagerada. Sin embargo la noche ha sido tranquila. No ha oído a nadie merodear por alrededor de la cabaña, y parece que los niños han dormido de un tirón. Ella se hubiera dado cuenta de cualquier movimiento.
Durante la larga caminata se le llena la cabeza de recuerdos y cavilaciones. La niña está bien, pero su aspecto le asusta. Realmente Zenha siempre está bien. De todos los hijos que ha tenido, algunos ya no están…, Zenha siempre es la más fuerte, la que menos enferma, la que mas resiste. Aveces se hace la malita para irse a jugar. Zenha ¿Vas a recoger leña para hacer el desayuno? ¡Me duele la tripa mamá, mejor me quedo jugando a ACUCULU (un tipo de escondite). ¡Que lista es! De hecho, ayer le pedí que me ayudara a asear a sus hermanos pequeños y me decía que le dolía la garganta. No estaba caliente, ni tosía, ni tenía mala cara, así que le di uno de esos caramelos para la garganta que guardo, de cuando su hermano estuvo tan malito y ¡hala! ¡A ayudar!
El caso de esta semana no lo he escrito yo. Tenemos el placer de contar en el blog con la colaboración de Cristina Galván, dermatóloga y profesora de Medicina de la Universidad Rey Juan Carlos, premiada por su labor solidaria por la Fundación Piel Sana de la AEDV y que desde hace algunos años proporciona asistencia dermatológica a una región de Malawi en un proyecto impresionante (de hecho, Cristina nos debe estar leyendo desde allí en estos momentos). Pero la cosa no queda aquí y ha establecido una red de teledermatología entre varios dermatólogos y centros de Etiopía y Turkana (Kenia). El caso de esta semana corresponde a una de estas consultas de hace algún tiempo.