Como patología, la anorexia sexual puede ocasionar severos trastornos en el desarrollo normal de la vida de una persona, más aún si se encuentra conviviendo con su pareja. Del mismo modo, otros casos menos frecuentes de esta patología, evidencian momentos de excesos o crisis, tal y como podemos advertir en otras enfermedades como la bulimia.
Veamos algunas claves que nos ayudarán a desenmascarar esta patología, y al final del artículo, no te pierdas algunos consejos y medidas para erradicarla.
Desentrañando la anorexia sexual
Algunos autores señalan que el factor de riesgo más común para la anorexia sexual radica en las experiencias de abuso físico o psicológico sufridas por el paciente en el pasado, pero no se trata de la única causa. La inapetencia sexual también puede tener una raíz física, determinada a partir de lesiones, traumas o enfermedades que privan de cualquier placer a la práctica del coito.
En cuanto al componente psicológico, resulta sorprendente como algunos escenarios tan comunes como el estrés acumulado, la monotonía de la vida en pareja, las discusiones y los problemas de convivencia, y algunas afectaciones como la disfunción eréctil, la impotencia o la anorgasmia, conducen a una frustración peligrosa que puede encausar en un caso de anorexia sexual.
Peor aún resulta que, producto de estos factores antes mencionados, la depresión que acompaña la inapetencia sexual acentúa aún más los síntomas de ansiedad, depresión y estrés provocados cuando se práctica el sexo sin obtener resultados satisfactorios, afectando no sólo a quien posee esta patología, sino también a su pareja.
Finalmente, en el plano social, la anorexia sexual también halla su origen en algunos ámbitos religiosos, políticos y culturales que atacan la libre expresión sexual y la reprimen, algo que contrasta además con la influencia de algunos medios de comunicación, constantemente “bombardeando” nuestros sentidos con imágenes explícitas, mensajes y estímulos que “sexualizan” cada aspecto de nuestra vida.
Para mal de males, el sistema de creencias y factores morales propios de cada persona, y adquiridos a través de la familia o el espacio donde se desenvuelve, también pueden influir en la aparición de la anorexia sexual, especialmente cuando se posee baja autoestima, miedo al rechazo o negación al éxito.
¿Qué hacer?
El primer paso para erradicar la anorexia sexual es tomar conciencia de la propia enfermedad. El diagnóstico y el tratamiento indicado dependerá del nivel de frustración o inhibición que padezca la persona afectada, por lo que muchas veces requerirá de la intervención de un especialista o sexólogo, mientras que en algunos casos más complejos (como antecedentes de traumas o fobias sexuales), deberá recurrirse a la experiencia de un psicológico o psiquiatra.
De cualquier forma, lo más importante, tanto para quien sufre de anorexia sexual como para su pareja, es tratar de cambiar las actividades habituales que realizan a diario. La clave está precisamente en avivar nuevamente el deseo sexual, y para ello, como nos dicen desde este sexshop online, puede ser muy efectivo la introducción de juguetes sexuales que inviten a la exploración y el deseo de probar cosas nuevas.
Evidentemente, para experimentar los interesantes planos del juego erótico, es preciso que la pareja goce de un ambiente relajado e íntimo, siempre asumiendo cada nuevo elemento con tolerancia y sin incorporar estas técnicas de modo precipitado, pues se podría lograr el efecto contrario. Lo anterior, es sumamente importante si la persona afectada ha sido víctima de abuso sexual. En estos casos, lo más recomendable es contar con la ayuda de un especialista.
Para alcanzar o recuperar el nivel adecuado de estimulación, hoy en día existen disimiles recursos a los que podemos recurrir, como por ejemplo, vibradores, aceites para masajes, consoladores, lubricantes enriquecidos con feromonas, anillos vibradores, etc. Sobre este tema, también es importante apuntar que las experiencias sexuales no tienen por qué incluir obligatoriamente la penetración. Muchas personas con anorexia sexual, sobre todo al comienzo del tratamiento, hallan un gran placer en un simple masaje, un juego de caricias o un relato erótico.
En conclusión, lo más importante es ir poco a poco, asimilando los cambios con paciencia y, sobre todo, dialogando mucho. Cuando la pareja se expresa libremente, comparte sus fantasías sexuales, sus frustraciones o sus intereses, podemos decir que se ha logrado recorrer medio camino. Además de lo anterior, es recomendable buscar la realización personal, encontrar aquellos espacios que mejor contribuyan al estado de ánimo de la persona, y por otra parte, evitar los escenarios donde se puede ser víctima de ansiedad o sensaciones negativas.
Desde el punto de vista personal, es vital que la persona que sufre de anorexia sexual comience a tomar conciencia de su cuerpo. Puede ser a través de una simple caricia, un baño relajante o un masaje, cualquier cosa que nos permita entrar en contacto con nuestro cuerpo y nuestras sensaciones, nos permitirá salir adelante sin dificultades. Suerte.