Vosotros podéis lograr el objetivo propuesto, porque tener un vientre plano y un cuerpo con proporciones adecuadas será siempre una excelente manera de subir la autoestima, pero vale la advertencia de que dietas que conlleven a bajar bruscamente de peso pueden conllevar a problemas de salud.
Estudiosos del tema alertan que adelgazar más de cinco kilógramos mensualmente es dañino, a no ser aquellos individuos que tengan muchos kilógramos de peso y estén sometidos a un rigor de dieta y ejercicios debidamente orientados, de no ser así resulta conveniente visitar al médico para conocer las causas de esa pérdida.
Algunas personas corren riesgos motivados por su obsesión por perder kilógramos de pesos de manera descontrolada, y según los especialistas pueden lo mismo sufrir anemias, que aumento del colesterol malo al hacer dietas rápidas que recomiendan ingesta de grasas saturadas.
Expertos opinan
El experto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Paul Rivera Castellanos, jefe del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital General de Zona (HGZ) No. 14, explicó que perder peso de forma rápida puede conllevar a sufrir “hipoglucemia, deshidratación, fatiga crónica e incluso debilidad de huesos, articulaciones y afectaciones del tejido muscular y magro”.
Aconsejó reducir el peso de manera paulatina, sin sobrepasar la cifra de medio kilógramo a un kilógramo por semana.
Si se baja de peso bruscamente, igualmente merma la masa muscular, la cual ayuda a quemar calorías, pero al perderse de manera descontrolada dejará de hacer esa función y se estancará, pasando a proporcionar el efecto contrario, corriendo no sólo el riesgo de volver a recuperar los kilógramos sino hasta superarlos.
Menú dietético y ejercicio físico
Rivera Castellanos al referirse a los riesgos de perder peso de una forma descontrolada advirtió que el menú dietético debe combinarse con la práctica de ejercicio físico durante 30 minutos diariamente unas tres veces por semana.
Aconsejó una alimentación balanceada que incluya todos los grupos de alimentos, desde grasas preferentemente de origen vegetal, como el aceite de oliva o de semillas como el girasol, -indispensables para llevar a cabo procesos orgánicos-, hasta la ingesta de carbohidratos y las proteínas, sin olvidar incluir frutas y verduras, de preferencia crudas.
El especialista del IMSS explicó que recobrar el peso nuevamente puede deberse al abandono de la dieta y de la ejercitación física cuando ya se logró bajar los kilógramos deseados, porque entonces muchos individuos retoman viejos hábitos alimentarios, que les hacen engordar, y además asumen una vida sedentaria, con una ingesta de calorías que no llegan a quemar.
Por eso reiteró el riesgo que se corre y lo importante que resulta evitar recuperar el peso perdido en poco tiempo, que en ocasiones puede ser hasta de un 20 por ciento comparado a lo que pesaban antes de hacer la dieta y llegar a su peso ideal.
Para perder esos kilógramos indeseados es conveniente realizar una dieta balanceada, sana y natural, con ejercicios físicos, para no caer en los errores anteriormente señalados y padecer algunos de los peligros que hemos comentado.